Versos que dejan huella: 'Desfibrilador' de Gilraen Eärfalas
¿Por qué leer este libro?
‘Desfibrilador’
es un libro que se ha hecho bastante viral en redes sociales y que, tras varias
aproximaciones a él, decidí anotar entre mis pendientes. No obstante, el hecho
de descubrir que su autora es una joven mexicana me motivó a iniciarlo cuanto
antes.
De
este modo, su lectura se tornó en un propósito para el último trimestre del año
que esperaba no prolongar, al mismo tiempo que funcionaba como un pretexto para
adentrarme en uno de los géneros que más desconozco y menos acostumbro, y del
que, sin afán de comparar ni generarme expectativas, tenía como único punto de
referencia “El Amor, las Mujeres y la Vida” de Mario Benedetti.
Sobre la autora
Gilraen
Eärfalas es una escritora y poeta mexicana, nacida el 23 de julio de 1995 en
Chilpancingo, Guerrero. Además de dedicarse a la literatura, se desempeña como médico
general y técnico en análisis clínicos. En 2011 abrió su primer blog, donde
comenzó a publicar relatos, y en 2016 creó un canal de YouTube en el que a la
postre, compartiría en formato audiovisual poemas de su autoría.
La
prosa de Gilraen fusiona su formación médica y su pasión por la poesía, dando
lugar a un sello muy particular, del que la propia autora ha señalado que más allá
de intentar etiquetar su trabajo o ajustarse a las estructuras tradicionales dentro
del género, busca plasmar simplemente sus pensamientos y remordimientos, construyendo
el estilo poético y melancólico que vemos reflejado en su obra.
Pese
a que ‘Desfibrilador’ es su escrito más popular, son también de su autoría
títulos como “Cartas que no Llegaron”, “Eres el Amor de mi Otra Vida”
y “Llámame Cuando no te Encuentres”, por citar algunos.
Análisis narrativo y temático
Publicado
por primera vez en 2018 -yo leí la cuarta edición de 2021-, ‘Desfibrilador’ es
un poemario que combina el conocimiento en medicina de Gilraen y su amor por
las letras, convirtiéndose en un medio para liberar los sentimientos y las experiencias
que dejaron -para bien o para mal- huella en ella y que le urgía aliviar.
Desde
el principio, la autora manifiesta que el contenido versa en recuerdos y emociones
que necesitaba externar en lo que bien define como una charla consigo, bajo la
creencia de que, de acuerdo con sus palabras: “lo que no se habla, no se
sana”.
En
esta compilación impregnada de tecnicismos y metáforas sobre medicina, convergen
poemas, vivencias y lo que se percibe como cartas hacia ella misma y hacia
terceros que no planeaba entregar, y que solamente necesitaba verter en papel. A
partir de un tono poético, confesional y simbólico, relata situaciones que atravesó
relacionadas con la autoestima, infidelidades, despedidas, la paternidad y la
maternidad, entre otras.
Entonces,
cada memoria de Gilraen nos lleva a comprender el importante papel que la
poesía jugó para su vida y que resume en la frase que da sentido al título de este
ejemplar: “La poesía llegó como desfibrilador a reiniciarme el corazón”;
cita que, aunque breve, define perfectamente el proceso de sanación que le representó
cada verso, reconstruyendo un corazón roto y justificando perfectamente la conexión
entre aquellas palabras que presionaban por ser escritas y el vehículo
literario que las vio nacer.
Así,
esta recopilación funge como catarsis para el alma de una mujer que escribe a
la vida, a lo que fue, a lo que no pudo ser y a lo que dejó de ser, transformando
el dolor en una delicada expresión artística.
Mi experiencia con la lectura
He
de confesar que, durante la lectura, en más de una ocasión me vi en la
necesidad de buscar en internet el significado de algunos de los términos
médicos que emplea la autora, con los que naturalmente no estoy familiarizado. Con
todo, sin ser un lector habitual de poesía, sí logré empatizar con varias de
las composiciones, apreciando varios pasajes de gran profundidad que reflejan
un sentido literario indiscutible.
Particularmente,
“Esdrújulas y agudas que no son tan graves”, “Mamá, si un día desaparezco,
no les creas”, “Un pecho menos te hace más”, “Mamá” y “Me dijeron que
no era poeta”, fueron los poemas que más disfruté y que mayor eco causaron en
mí, ya que realmente puede sentirse la visión tan íntima que imprime Gilraen y el
desconsuelo que la orilló a escribir.
Por
ello, ‘Desfibrilador’ fue una grata sorpresa. Cada página y cada palabra denotan
una evidente melancolía y sobre todo, la voz de una joven que aprendió a rescatar
lo bello aun en lo más triste y cotidiano, materializando un compendio sumamente
honesto, transparente y sensible.
¿Lo recomiendo?
Definitivamente
‘Desfibrilador’ es un título cien por ciento recomendable para aquellos
lectores que desean iniciarse en la poesía o, sencillamente, para quienes busquen
una lectura breve pero cargada de emotividad.
Cada
poema narra historias que seguramente hemos vivido en algún momento y que fácilmente
pueden hacernos sentir identificados, especialmente cuando el corazón está
fragmentado.
Gracias
por leerme. Si ya conoces esta obra o te gustaría leerla, te leo en los
comentarios.
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