Indudablemente, la posibilidad de conocer el origen de un pueblo o una civilización antigua es una experiencia enriquecedora, en el entendido de que todo lo relacionado a ello constituye el acervo cultural e histórico de la humanidad. Es por ello, que el poder advertir las creencias y costumbres de cada cultura desde sus propias palabras, representa una valiosa oportunidad para comprender su idiosincrasia y forma de vida, muchas veces maravillándonos por la manera en la que concebían el origen del hombre y del universo, valiéndose de la existencia de deidades que controlaban diversos aspectos de su realidad, explicando de este modo algunos de los fenómenos a los que en aquél entonces no lograban atribuir explicación científica. Toda aquella documentación que ha logrado recopilarse con el paso del tiempo, nos acerca en el camino a descubrir la identidad de estas civilizaciones. Por tal razón, la preservación de crónicas como “El Chilam Balam”, “Los Anales de los Cakchiqueles” y por supu...