Clive
Staples Lewis, mejor conocido como C.S. Lewis, fue un escritor irlandés nacido
en 1898, reconocido por su aportación a la literatura juvenil e infantil, especialmente
dentro del género de fantasía, en el que su trabajo dejó un legado importante
que ha impactado a muchas generaciones. Por esta razón, se convertiría en una
de las personalidades más influyentes de la literatura en el siglo XX, al igual
que su amigo, J.R.R. Tolkien.
Su
infancia fue muy solitaria tras la pérdida de su madre, situación que lo llevó
a refugiarse en la lectura, sumergiéndose en universos imaginarios como el que
más tarde inventaría y que, a su vez, cumpliría el mismo propósito para miles
de lectores de todas las edades y nacionalidades.
Así,
dio vida a ‘Las Crónicas de Narnia’, una saga compuesta
por siete volúmenes que bien podemos considerar su obra maestra. No obstante, fue
también autor de textos como: “Mero Cristianismo”, “Cartas del Diablo
a su Sobrino”, “Los Cuatro Amores” y “Una Pena en Observación”,
por mencionar algunos. Todos ellos ejemplares cuya trama se aleja de la visión
juvenil que identificamos en su obra más significativa.
De
este modo, ‘El León, la Bruja y el Armario’, publicado en 1950, es la primera de
las siete novelas que integran la saga de ‘Las Crónicas de Narnia’, siendo
el libro introductorio a este universo lleno de aventuras que nos presenta a
los hermanos Peter, Susan, Edmund y Lucy como protagonistas. Cuatro jóvenes que,
a causa de la guerra, se ven obligados a refugiarse en una mansión alejada de
su hogar, sin imaginar que ese acontecimiento marcaría el comienzo de todas las
peripecias que estarían por atravesar.
Al
poco tiempo, Lucy, la más pequeña, descubre accidentalmente un armario que
conduce a un mundo mágico en el que todo es posible: Narnia. En él, rápidamente
conoce al señor Tumnus, un simpático fauno que le relata que la tierra de
Narnia está siendo azotada por el tiránico gobierno de la Bruja Blanca, una
terrible hechicera que ha impuesto su dominio, autonombrándose reina y sumiendo
al lugar en un eterno y desolado invierno.
Al
principio, ninguno de sus hermanos le cree a Lucy cuando regresa y les habla de
la existencia de Narnia, hasta que, por casualidad, Edmund entra al ropero y,
sin proponérselo, accede al místico sitio, encontrándose frente a la Bruja
Blanca.
La
Bruja, conocedora de la profecía que augura la llegada de cuatro humanos
destinados a reinar Narnia y temiendo que su título y la lealtad de sus súbditos
pudieran estar amenazados, decide engañar a Edmund, haciéndole creer que sus
intenciones son generosas, con el fin de convencerlo de regresar con sus
hermanos a visitarla y, así, poder capturarlos y eliminarlos, asegurando su
regencia.
Aunque
Edmund pudo comprobar la autenticidad de Narnia, decide mentir sobre su
experiencia en aquel lugar, ocultando su tropiezo con la Bruja y haciendo
quedar a Lucy como una mentirosa. Sin embargo, los cuatro hermanos terminarían
por ingresar al armario juntos, maravillándose Peter y Susan con la veracidad
del relato de la pequeña Lucy y el nuevo paisaje que se revela ante sus ojos.
Como
el incidente de Edmund con la Bruja Blanca tuvo repercusiones y la alertó de la
presencia de los cuatro hermanos, el señor Tumnus es capturado y culpado de
traición tras su encuentro con Lucy. A partir de ese momento, los hermanos
deciden rescatar al fauno y hacer todo lo que esté a su alcance para ayudar a
las criaturas de Narnia.
En
consecuencia, Peter, Susan, Edmund y Lucy emprenderán el viaje en su camino hacia
la liberación de Narnia, notando en el transcurso que no todos los habitantes
son malvados o fieles a la Bruja, sino que, al contrario, son más los que
repudian su reinado. Especialmente, escucharán de un león llamado Aslan, quien se
erige como la figura antagónica de la Bruja, personificando la bondad y el
bien, por lo que su llegada podría representar la aparición de un poderoso
aliado a su lado.
Bajo
ese contexto, ‘El León, la Bruja y el Armario’ surge como una novela extraordinaria,
brillantemente escrita, cuya prosa expone un argumento ingenioso y que nos
regala a personajes entrañables de los que fácilmente podemos encariñarnos. Además,
podemos distinguir a un excelente narrador, cuya participación permite al
lector sentirse cercano a él, simulando lo que podría ser una conversación
entre dos amigos.
Personalmente,
descubrí ‘Las Crónicas de Narnia’ a través de las adaptaciones cinematográficas
de los primeros tres libros. Pese a ello, tener ahora la oportunidad de leer la
historia y recordarla con cariño, me llevó a revivir mi niñez, precisamente, al
día en que quedé maravillado cuando en una sala de cine pude desvelar este
universo.
Finalmente,
puedo decir que el genio creativo de C.S. Lewis y la relevancia de su trabajo
para la literatura quedan más que claros. ‘El León, la Bruja y el Armario’ me
hizo confirmar mi deseo por seguir leyendo los volúmenes restantes de la saga, imprescindibles
para el género fantástico.
¿Quieres conocer más?
Hola, me ha encantado tu reseña. Sin duda la importancia de Las Crónicas de Narnia para la literatura fantástica contemporánea ha sido inmensa. Ha influenciado montones de generaciones, tanto lectores, como escritores. Siempre trayendo consigo la calidez y los mejores recuerdos de nuestra infancia. Te recomiendo que si no has leído los otros libros de la saga lo hagas, no te vas a arrepentir de ello. Un abrazo, saludos ✌🏻
ResponderBorrarHola, Kathie.
BorrarMuchas gracias, me alegra que te haya gustado.
Siiii, totalmente de acuerdo. Hoy en día la obra tiene un valor fundamental para la literatura y el género fantástico. Además, desde luego queda latente esa nostalgia por los recuerdos de la infancia.
Completamente me quedaron ganas de leer los demás libros, fue una experiencia que me gustó mucho.
Gracias por tu comentario, un abrazo de vuelta.