No
es una novedad el decir que Fiódor Dostoyevski fue uno de los escritores más
importantes que ha dado Rusia, por ello, hoy considerado como uno de los
novelistas más lúcidos de la literatura universal. En el entorno literario, es principalmente
reconocido por un estilo en el que busca adentrarse y explorar en la psicología
humana a través de sus personajes.
Uno
de los aspectos más curiosos sobre su carrera es el hecho de que pese a haber
realizado sus estudios en ingeniería, tal situación ni sería suficiente para
detener su gusto por la literatura, ya que en caso contrario, el tiempo lo convertiría
en uno de los autores más célebres y relevantes, cuyo trabajo es esencial para
conocer de la cultura de su país.
De
su brillante inventiva, podemos enunciar obras como: ‘El Jugador’, “Crimen y
Castigo”, “Los Hermanos Karamazov”, “Memorias del Subsuelo” y “Noches
Blancas”, por mencionar unas cuantas. Todas ellas de gran calidad e
importancia para las letras, no solo rusas, sino a nivel internacional, afirmación
que se confirma cuando valoramos la manera en que sus escritos han sido influyentes
para muchos autores también destacados, confirmando así la maestría en la pluma
de Dostoyevski.
He
de confesar que la literatura rusa me tenía un poco preocupado cuando de aventurarme
entre sus exponentes se trataba. Generalmente, estimamos que este tipo de
textos pueden ser pesados y de un lenguaje tosco o complicado, sin embargo,
leer ‘El Jugador’ consiguió alejar estos pensamientos de mí, provocando que
quiera seguir leyendo a otras personalidades, pero sobre todo, al propio Dostoyevski.
Había tenido la oportunidad de leer antes “Ana Karenina” de Lev Tolstói
y aunque descubrí un libro que me sorprendió gratamente, fue la prosa de Dostoyevski
la que en definitivo logró maravillarme, por lo que planeo seguir más de cerca
sus publicaciones.
De
este modo, puedo decir que ‘El Jugador’ es sin lugar a duda una de las mejores
lecturas que he hecho. En ella encontré una historia fascinante y descrita de
forma sobresaliente, que pese a ser bastante corta, juega perfectamente con los
tiempos y con una trama que aborda diversos tópicos magistralmente, a partir de
la óptica de un gran protagonista y narrador. Aun cuando la novela fue
publicada en 1866, sigue siendo un ejemplar superlativo que ofrece una
perspectiva que dista de ser obsoleta en lo que respecta a la psicología de los
personajes. Por todo ello, es entendible el lugar que, con justa razón,
Dostoyevski se ha ganado en la literatura.
Entonces,
‘El Jugador’ nos enfrenta a una narrativa que nos ubica en un entorno
directamente ligado al mundo de las apuestas y la ludopatía. Es así, como
identificamos a Alexéi Ivanovitch, un maestro que adoctrina a los hijos de un
general venido a menos. Del general, percibimos rápidamente una situación
económica delicada, cuya esperanza de mejora radica en el fallecimiento de su
tía, de quien funge como heredero y por ende, se sabe beneficiario de su
fortuna. Por tal motivo, espera con ansias el telegrama que le informe sobre su
deceso, mientras él, Alexéi y una pequeña comitiva, se encuentran hospedados en
un hotel en la ciudad de Roulettenbourg, esperando cualquier novedad.
La
noticia del fallecimiento es de suma relevancia para el general, no sólo por la
oportunidad que le representa adquirir su patrimonio, sino también por su repentino
interés en una mujer que aparenta ser de la alta sociedad, por lo que a primera
instancia, podría parecer que está muy por encima de sus pretensiones. De este
modo, es que se siente esperanzado a poder conquistarla una vez que los bienes
de su tía pasen a su propiedad y, por ende, pueda presumir una posición social
distinta, logrando posicionarse como un cortejante serio.
No
obstante, Alexéi no está exento de soportar sus propias aflicciones, ya que
además de observarle como a un instructor, es una persona que sufre de una
severa adicción a las apuestas, pues mantiene la creencia de que es precisamente
el juego el medio solucionador que le brindará la posibilidad de dar un giro
total a su vida y mejorar su presente, haciéndose acreedor a riquezas. Paralelamente,
se confiesa profundamente enamorado de la hijastra del general, quien le
utiliza a beneficio de sus caprichos y que más allá de corresponderle, sólo le
ve como a un ser al que puede manipular a su gusto.
Por
consiguiente, ‘El Jugador’ es una novela que sigue de forma simultánea el desenlace
de más de un personaje, indagando sobre amores no correspondidos, la ludopatía
como problema, así como el detrimento que esta ocasiona a las personas,
mostrando siempre al hotel y al casino como los principales escenarios de la
historia.
Finalmente,
es significativo para la trama el hecho de que Dostoyevski haya reflejado en
ella su propia adicción a las apuestas, dando vida al personaje de Alexéi.
Esto, por tratarse de una etapa que le acompañó durante mucho tiempo y que
sirvió a la postre para la creación de una obra maestra.
¿Quieres conocer más?
Comentarios
Publicar un comentario