La Mano Izquierda de la Oscuridad - Ursula K. Le Guin

       Ursula Kroeber Le Guin, mejor conocida como Ursula K. Le Guin fue una escritora estadounidense nacida en 1929, hoy reconocida por su trabajo dentro de la literatura fantástica y de ciencia ficción, géneros literarios de los cuales es considerada como una de las mayores exponentes del siglo XX. 

Un aspecto por destacar es la manera en que los estudios de Ursula en antropología influirían en su escritura, al ser una ciencia que le permitiría forjar un interés por la sociedad humana, su origen y proceso evolutivo desde la óptica cultural y organizacional, tópicos que de forma preponderante desarrolla en muchos de sus libros, incorporando en ellos elementos fantásticos que suman a la construcción de mundos complejos cuyo eje es la vida humana llevada a otros universos.

          De sus publicaciones más sobresalientes podemos enunciar textos como: “Un Mago de Terramar”, “Los Desposeídos”, ‘La Mano Izquierda de la Oscuridad’ y “Las Tumbas de Atuan”, algunas de ellas ejemplo de obras en las que podemos encontrar la fusión de fantasía y ciencia ficción a sus conocimientos en antropología como uno de sus principales distintivos.

De este modo, por lo que a ‘La Mano Izquierda de la Oscuridad’ respecta, es una novela de ciencia ficción con un trasfondo amplio y que puede variar según distintas perspectivas. A mi parecer, más allá de reconocer en la lectura excelentes e interesantes pasajes, me encontré ante una trama que se sentía en ocasiones un tanto confusa dado la pluralidad de personajes y lugares con nombres complejos, adicional al reiterativo uso de términos en el lenguaje ficticio del lugar en que los hechos ven su desarrollo, componentes que en conjunto me llevaban a perder el hilo de la historia en algunos lapsos.

No obstante, es importante señalar que la obra fue publicada en 1969, lo que inmediatamente nos lleva a valorar la visión futurista de la autora y la originalidad que demuestra para crear un planeta ficticio, en este caso, habitado por una población “humana” con rasgos particulares que conforman una sociedad con una cultura, creencias y costumbres propias.

De lo anterior, la novela ocurre en el planeta de Gueden, lugar al cual ha sido enviado Genly Ai, personaje que además de fungir como protagonista, funcionará como una de las dos voces narrativas. En ese sentido, Genly ha arribado a Gueden con el propósito de convencer a sus representantes de unirse al Ecumen, que puede entenderse como un sistema interplanetario que busca la cooperación y desarrollo a través del intercambio comercial y tecnológico de los planetas miembros. En ello radicando la misión de Genly y el motivo por el que fue enviado a Gueden, donde no solo buscará su incorporación al Ecumen, sino también probar su existencia y buenas intenciones.

        Bajo ese contexto, Genly Ai se ha instalado en Gueden, reconociéndolo rápidamente como un sitio inhóspito al que le cuesta acostumbrarse, por lo que aprovechará cualquier oportunidad para conocer y aprender lo que para él es una cultura totalmente nueva y extraña. En cuanto a sus habitantes, encontrándose frente a una especie hermafrodita, que pese a no tener de forma regular un sexo definido, pueden adoptar un género determinado durante sus periodos de celo o de actividad sexual, características nunca vistas por Genly.

Es así como Genly se ubica en una posición difícil, debiendo afrontar la percepción que refleja ante la población de Gueden al ser un enviado del espacio exterior, asumiendo en consecuencia la figura de un agente externo que ha llegado con propuestas e ideas que se contraponen a la resistencia que demuestra Gueden ante a lo desconocido, paralelamente intentando adaptarse a un entorno completamente ajeno para él, debiendo dejar atrás los prejuicios creados por su experiencia en su planeta de origen.

De Genly identificamos una verdadera fe en el propósito que mantiene y sigue el Ecumen, por lo que ha aceptado ser enviado a Gueden aún sabiendo todo aquello a lo que renunciaría al aceptar su misión. Asimismo, es llamativo advertir que dentro de su narrativa describe a todas las personas de Gueden a partir de un pronombre masculino, siendo nula toda referencia a mujeres en la construcción de la historia, a pesar de ser claro y evidente que se encuentra frente a una sociedad que en esencia es andrógina. Por consiguiente, vislumbrando una personalidad con ápices machistas en el protagonista, por otro lado, hallándole en un escenario en que debe enfrentar el choque cultural que conlleva habitar un planeta diferente, tomando para ello una visión de la que puede entenderse que sea errónea.

En conclusión, podemos rescatar en ‘La Mano Izquierda de la Oscuridad’ una obra en términos generales agradable e inusitada por lo antes expuesto, la cual creo que puede ser mucho más apreciada por todos aquellos lectores que gusten principalmente de la fantasía y la ciencia ficción. Con todo, fue una grata lectura que sin duda me hace querer leer más de las publicaciones de Ursula K. Le Guin.

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