Novela de Ajedrez - Stefan Zweig

Stefan Zweig fue un escritor vienés nacido en 1881, del seno de una familia rica y de ascendencia judía, situación que marcaría considerablemente su vida y la de sus obras al haber atravesado lo acontecido durante la Primera Guerra Mundial. A lo largo de su carrera escribiría numerosos relatos, novelas y ensayos, convirtiéndose en uno de los autores más relevantes de su época.

           De su prolífica producción literaria podemos destacar ejemplares como: “Carta de una Desconocida”, “El Mundo de Ayer”, “La Piedad Peligrosa” y desde luego, ‘Novela de Ajedrez’, publicaciones de gran reconocimiento dentro de la literatura universal.

Particularmente, leer ‘Novela de Ajedrez’ ha sido para mí una de las experiencias más gratas, encontrándome frente a una novela brillante y tan corta que resulta una delicia descubrir la historia oculta en cada una de sus páginas. Si bien, la narrativa gira en torno al juego de ajedrez, profundiza a su vez en la visión de dos personajes que descubriremos diametralmente opuestos entre sí, teniendo solo un aspecto en común: el conocimiento en el ajedrez.

           La trama inicia desde la perspectiva de Alexéi, un narrador testigo que se encuentra a bordo de una embarcación con destino a Buenos Aires, lugar en el que para su sorpresa, también viaja Mirko Czentovic, un campeón mundial de ajedrez que posee una capacidad asombrosa para ello. Mirko es descrito como un erudito en dicha disciplina, condición que sorprende a todos quienes conocen su pasado, no sólo por el hecho de provenir de una familia humilde, sino por ser una persona que nunca manifestó ser inteligente o hábil en ninguna actividad, no obstante y para su fortuna, de niño fue descubierto su único talento, cuando demostraría desde una edad temprana ser un genio en ajedrez, lo que le daría la oportunidad de ante todo pronóstico, crearse un futuro prometedor y lleno de comodidades, posición que de otra forma jamás habría tenido si quiera la posibilidad de soñar.

Por esa razón, y al saberse un ignorante en toda la extensión de la palabra, al menos para todo aquello ajeno al ajedrez, Mirko ha desarrollado una personalidad tosca y hermética que le permite encubrir el grado de ignorancia que posee, alejando colateralmente a las demás personas.

Es así como Alexéi descubre la identidad del afamado personaje que viaja en el mismo barco, planteándose desde ese momento la idea de acercarse a él y con suerte, poder analizar el enigma detrás de su persona, sin embargo, careciendo de éxito en cada uno de sus intentos de aproximarse, ocurriéndosele en consecuencia valerse del ajedrez, que pareciera ser el único medio de acercamiento que aparenta funcionar en Mirko.

Así, en sus embates por allegarse a Mirko, Alexéi consigue finalmente junto a otros tripulantes jugar una partida contra él, siendo todos fácilmente vencidos, hasta que en otra oportunidad aparecería repentinamente un misterioso hombre que les ayudaría a evitar perder otra partida, demostrando ser un gran conocedor del juego. De este modo, emergiendo el personaje que fungirá como la presencia antagónica de Mirko: el señor B., de quien se sabrá, ha sufrido un pasado difícil y tormentoso que indirectamente le acercaría al ajedrez, casi a un grado enfermizo. A partir de ese momento, transcurriendo uno de los lapsos más sobresalientes de la lectura, gracias a la calidad del autor para desarrollar una historia de supervivencia y fortaleza ligada al señor B.

De todo ello, surgiendo el argumento principal a través del cual la novela verá su curso, desentrañando desde la óptica del narrador a dos genios totalmente distintos entre sí, cada uno con circunstancias de vida, mentalidad y pasados diversos, que los ha llevado a posicionarse en una realidad que no se asemeja la una de la otra, características que se polarizan una vez que el ajedrez los lleva a enfrentarse.

Uno de los puntos más admirables de Stefan Zweig, es la manera que exhibe para en unas pocas páginas, introducir a dos individuos psicológicamente complejos y dispares, que a través de la analogía de una partida de ajedrez, aprovecha para destapar el contexto político y social por él vivido.

Finalmente, y a título personal, creo que ‘Novela de Ajedrez’ es una obra que vale completamente la pena leer, más aún por ser tan corta, lo que la hace la opción perfecta para cualquier lector.

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