Simone Lucie Ernestine Marie Bertrand de Beauvoir
mejor conocida como Simone de Beauvoir, fue una escritora y filósofa existencialista
nacida en Francia en 1908, reconocida por ser activista y defensora de los
derechos humanos y de la mujer. De su infancia podemos destacar el que creció en
una familia católica, por lo que desde pequeña asistió a colegios de corte
religiosa, sin embargo, al haberse declarado atea durante su adolescencia,
forjó una brecha que le separaría del seno familiar. Posteriormente, estudiaría
Filosofía y Letras en París, volviéndose docente a la postre.
La trayectoria de Simone es la de una mujer que
siempre estuvo comprometida con sus ideales, caracterizada por un estilo disruptivo
que expondría en sus escritos, lo que le convertiría en una de las
personalidades más influyentes del siglo XX, hoy en día su nombre siendo un referente
para los movimientos feministas.
Algunas de sus obras más destacadas son: “La
Invitada”, “El Segundo Sexo”, “Memorias de una Joven Formal”
y ‘La Mujer Rota’, manuscritos que comparten el pensamiento liberal de la
autora que fue distintivo durante toda su vida.
En ese tenor y entendiendo la visión que
identifica el trabajo de Simone, ‘La Mujer Rota’ es un ejemplar que recopila
tres narraciones (La Edad de la Discreción, Monólogo y La Mujer Rota),
mismas que surgen a partir de la perspectiva de tres mujeres distintas que no
obstante, descubren la realidad de la mujer madura francesa del siglo XX. Esto,
dentro de un contexto social en el que las mujeres generalmente desempeñaban roles
dependientes o secundarios tanto en el hogar como en la sociedad, en
comparación con aquellos que eran ejercidos por el hombre.
Si bien, las tres historias aludidas en ‘La Mujer
Rota’ son independientes entre sí, todas tienen como común denominador a una
protagonista femenina que se encuentra en una edad de madurez, exponiendo desde
esa óptica los conflictos sentimentales y de carácter moral sobre aquello que
les rodea, particularmente, lo relativo a la soledad que experimentan, la
relación con sus hijos y la monotonía de los matrimonios tradicionales según la
época. Este último aspecto, traducido a un escenario en el que la mujer quedaba
relegada bajo la sombra masculina, renunciando a aspiraciones personales y a
una vida propia, sacrificando su esencia a costa del cuidado del hogar y la
crianza de los hijos.
En ese sentido, en La Edad de la Discreción,
además de ser la narración con la que inicia el libro, nos adentramos en el
sentir de una autora que al encontrarse en la madurez, siente que su producción
literaria ha venido a menos, así como la calidad y originalidad de sus escritos,
situación que le es frustrante. Asimismo, ha podido identificar que su matrimonio
a pesar de no ser propiamente malo, está en decadencia, pero sobre todo, la preocupante
relación con su hijo, la cual se ha hecho lejana a raíz de su sobreprotección,
empeorando considerablemente al descubrir que su hijo ha traicionado sus
principios y la forma de pensar que defendió por mucho tiempo, ahora teniendo
una postura totalmente opuesta a la suya.
En el caso de Monólogo, encontramos como protagonista
a Murielle, una madre que ha perdido todo y exterioriza su sentir, desahogándose
y haciendo una profunda reflexión sobre las decisiones que ha tomado. En ese
momento, enfrentando el suicidio de su hija, reprochándose ante ello
fuertemente todas las situaciones en las que cree que pudo haber actuado de
forma distinta para proteger a su hija y evitar su triste destino, descargando
el cúmulo de sentimientos que la sofocan a partir de un monólogo.
Finalmente La Mujer Rota, que más allá de
ser el relato que da título a la obra, es la historia que más carga emocional
transmite y que personalmente más disfruté y padecí. La Mujer Rota es la
narración que transcurre desde los ojos de Monique, una mujer que descubre que
el matrimonio al que tanta devoción había dedicado no es el que ella pensaba, sintiéndose
inmediatamente ajena a la vida que creía tener y atada a un hombre que se comporta
con indiferencia y manipulación injustamente.
Es por lo anterior, que puedo decir con total
seguridad que ‘La Mujer Rota’ como libro, está escrito de manera sublime,
siendo para mí una lectura que terminó por ser un total acierto, revelando de
por medio a una gran escritora en Simone de Beauvoir. En mi opinión, la
estructura y elocuencia de ‘La Mujer Rota’, permite al lector empatizar en todo
momento con cada una de las protagonistas, haciendo suyas cada una de las
preocupaciones y sensaciones que impactan en ellas mientras atraviesan un punto
de quiebre en su vida. Adicionalmente, explorando lo más recóndito de la
condición femenina en el siglo XX desde un sentido puramente literario.
En conclusión, la lectura representa la oportunidad
de reflexionar sobre los sacrificios que hacen muchas mujeres en un entorno
social que tristemente sigue siendo bastante similar al expuesto por Simone, a través
de una serie de relatos que construyen la perfecta obra, que al ser sumamente corta,
es la opción perfecta para cualquier lector.
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