¿Qué
pasaría si existiera un mundo en el que la vida de cada individuo se encontrara
condicionada desde antes de su nacimiento? Eliminando así, cualquier rasgo de
autodeterminación y autonomía en las personas.
Es
en ese preciso escenario, en el que Aldous Huxley desarrolla la trama de ‘Un
Mundo Feliz’, encontrándonos con una novela que contiene una distopía
disfrazada de utopía.
Aldous
Huxley fue un escritor y filósofo nacido en el Reino Unido, que desarrollaría
su carrera como novelista y ensayista, teniendo a su paso una trayectoria
brillante. Algunas de sus obras más características son “Contrapunto”, “La
Isla” y desde luego: ‘Un Mundo
Feliz’, este último título considerado como un clásico de la literatura
universal.
Huxley
publicó ‘Un Mundo Feliz’ en 1932, lo que nos hace pensar en la propuesta tan
visionaria del autor, al abordar temas que a ese entonces parecían lejanos o
complicados de imaginar, no obstante, Huxley introduce la existencia de un
universo plagado de avances científicos difíciles de concebir en esa actualidad,
lo que hace que podamos apreciar aún más el contenido del libro.
En
ese tenor, ‘Un Mundo Feliz’, es una novela de ciencia ficción y del género
distópico que se desarrolla en un mundo en el que las personas están separadas
por clases o castas que les identifican y segregan entre sí. Para este punto,
la vida no es para nada cercana a como la conocemos, ya que los nacimientos no
se producen de forma natural y biológica, sino a través de tecnología
reproductiva y cultivos humanos, siendo la genética y la clonación dos elementos
rectores y determinantes de toda manifestación de vida humana. Además, y
gracias a la tecnología es que se ha creado una especie de droga llamada soma,
cuya función es abolir cualquier sentimiento negativo o de tristeza, ejerciendo
una especie de control voluntario al que se somete cada sujeto, buscando una
sensación de felicidad artificial.
Dentro
de esa realidad, es en un laboratorio en donde se envasan los fetos que serán condicionados
al entorno según la casta a la que pertenecerán: Alfas, Betas, Gammas,
Deltas y Épsilon, las cuales se enlistan de mayor a menor jerarquía.
Será de acuerdo con cada clase, la forma en la que cada individuo será estimulado
bajo un esquema que les enseñará el rol que deberán desempeñar dentro de la
sociedad una vez que sean adultos, cumpliendo con una función única que será
específica para cada casta, eliminando de este modo cualquier expresión de libertad,
aspiración y decisión en las personas.
Es
bajo dicho contexto que la historia comienza, partiendo de un recorrido que
hace el Director de Incubación y Acondicionamiento a un grupo de jóvenes, exponiendo
a ellos los procesos de reproducción artificial con orgullo; el funcionamiento
de la “hipnopedia” (palabra que se utiliza para describir a la práctica de
aprendizaje a través del sueño) y la educación que recibe cada persona desde
edades tempranas, que en conjunto edificarán su juicio y personalidad, creándoles
un sentimiento de satisfacción por su clase, sin necesidad de aspirar a algo
más.
Será
a partir de dicha premisa que la trama transcurre, teniendo por un lado a individuos
que son considerados como el ciudadano perfecto, aún dentro de un entorno restringido
y parametrizado; mientras que, en un polo opuesto, se presenta la imagen de
aquellas personas que se resisten a vivir bajo un modelo que prohíbe cualquier muestra
de individualidad y cuestionamiento. Dentro de ellos, surge la figura de
Bernard Marx, un psicólogo de la casta más importante, quien demuestra una
personalidad distinta y racional sobre su entorno, quien además, no cuenta con
los rasgos físicos y característicos de los alfa, situación que le ha
ocasionado ser sujeto de burlas y dudas sobre su pertenencia a la clase alfa.
El
destino provocará que Bernard Marx llegue al lugar donde habitan los salvajes, siendo
aquél el territorio en el que las personas nacen, crecen y se reproducen de forma
natural, circunstancias totalmente diversas a las normalizadas, por lo que
dichas prácticas son sumamente graves ante los ojos de los que habitan en la
civilización. Será en el lugar de los salvajes en donde la imagen de John el
salvaje será importante, al conocer su historia e identificar que su persona
puede ser el puente entre dos mundos que pareciera no podrían coexistir.
En
síntesis, ‘Un Mundo Feliz’ es una gran opción para una lectura amena, en
especial para aquellos lectores que gustan del género distópico o de los que
sienten predilección por leer los clásicos de la literatura universal. ‘Un
Mundo Feliz’ es una historia corta y sencilla, que en adición permitirá al
lector imaginar y recrear cada una de las descripciones que el libro presenta.
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