Drácula - Bram Stoker

 

Bram Stoker es uno de los autores más representativos de Irlanda. Desde pequeño tuvo fascinación por las historias de terror, lo que vemos reflejado en su carrera como escritor, al haber dejado como legado una de las historias más importantes dentro de la literatura, no sólo de su país de nacimiento, sino de la literatura universal, específicamente, por lo que respecta al género gótico y de terror.  

Indudablemente, todos hemos escuchado sobre “Drácula” en algún momento, siendo este uno de los personajes de ciencia ficción más notables y conocidos dentro de la cultura general, por lo que, es uno de los primeros en que pensamos cuando de terror se trata. Tal es su popularidad, que ha servido como modelo para la creación de diversos personajes, historias, películas e infinidad de adaptaciones al cine, teatro y televisión, teniéndolo a él como protagonista.

De este modo, el conde Drácula es sin duda el vampiro por excelencia. Hoy en día no hay mejor forma de representar a este ser sobrenatural sin partir de la figura creada por Bram Stoker, de la cual se menciona que para su creación, tomó inspiración de varios personajes, existiendo la creencia de que uno de ellos fue Vlad III “El Empalador”, príncipe de Valaquia durante el siglo XV.

Por lo tanto, hablar del libro de ‘Drácula’, es referirnos a una de las historias más distintivas e importantes del género de terror y de la literatura gótica. ‘Drácula’ es una novela epistolar publicada en 1897, que pese a lo que se pueda pensar, encontró su punto de fama más alto varios años después de su publicación, hasta el surgir de adaptaciones al cine del personaje.

La historia de ‘Drácula’ es contada desde la perspectiva de diferentes personajes, quienes a través de recursos como: diarios, cartas, grabaciones, bitácoras y recortes de periódicos, van desenvolviendo la trama.

Será desde el diario de Jonathan Harker, que tendremos el primer acercamiento hacia Transilvania. Jonathan es un joven abogado londinense que se dedica a los bienes raíces, y por motivos de trabajo se ve en la necesidad de viajar a Transilvania, donde permanecerá algunos días. Desde su trayecto, es advertido por distintos pobladores sobre los rumores que giran en torno al castillo del conde Drácula, lugar al que se dirige. En el camino percibirá cierto desconcierto ante el sombrío ambiente que va recorriendo. Una vez llegando a su destino, conoce a su extravagante anfitrión, el conde Drácula.

Conforme transcurren los días de Jonathan dentro de su estancia en el castillo, empezará a notar situaciones inquietantes relativas a su anfitrión, que distan ampliamente de ser normales. Jonathan percibe hábitos y actitudes extrañas del conde, cómo el hecho de que este no se vea reflejado en espejos, no coma nunca frente a él, y que su vida activa sea siempre en las noches y no en el día.

Poco a poco, el ambiente irá empeorando, al mismo tiempo que el conde comenzará a mostrarse cada vez más hostil.

Paralelamente, la prometida de Jonathan, Mina Murray, había decidido pasar una temporada en Whitby junto a su amiga Lucy. Lucy es descrita como una mujer bella que padece sonambulismo, por lo que durante su estancia en Whitby, Mina cuida de ella. Todo parece bajo control, hasta que llega una ocasión en la que el sonambulismo de Lucy la dirige a las afueras de su casa, razón por la cual Mina sale a buscarla. Al encontrarla, advierte que yace recostada en una banca, mientras distingue una inquietante silueta sobre su cuerpo aún dormido. Lucy es rescatada por Mina, sin embargo, a partir de este suceso, empezarán a ocurrirle situaciones extrañas.

Es así, que se presenta la primera aproximación del singular conde Drácula, así como el insólito percance experimentado por Lucy, el cual se irá tornando cada vez más delicado con el pasar del tiempo. De esta forma, surgen los puntos de inflexión que darán pie al desarrollo de la historia.

En términos generales, la novela presenta distintos elementos como el amor, y la dualidad entre el bien y el mal, de la que se gestará un conflicto, no obstante, también podemos percibir el papel que toma la superstición desde un rol en el que se verá ligada con hechos históricos, distinguiendo la sutil crítica que hace el escritor de la aristocracia, y sin duda, “la vida” y “la muerte”, que aparecen como tópicos principales.

            En conclusión, ‘Drácula’ nos ofrece personajes entrañables que podemos identificar uno de otro claramente, con personalidades, miedos y objetivos totalmente únicos, que terminan por conformar una historia sumamente interesante y que cualquier lector debería leer alguna vez en su vida.  

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