Que complicado es hablar de lo ocurrido durante la
Segunda Guerra Mundial. Sin duda es un tema bastante complejo y que puede ser
abordado desde distintas perspectivas. En este caso, y respecto al libro en
cuestión, nos centraremos en las pérdidas y el daño que este acontecimiento
histórico causó en la población, en especial, enfatizando acerca de las
consecuencias y prácticas que de manera directa impactaron y afectaron de forma
más severa a una comunidad en específico: la judía.
Ana Frank era una niña que recién cumplía trece
años. Vivía con sus padres y su hermana Margot en Holanda, después de que en
1933 la familia huyera de Alemania, país de donde eran originarios. Lo
anterior, derivado de la situación que comenzaba a endurecerse en aquel país,
donde el nazismo comenzaba a tomar más fuerza, extendiéndose por diversos
países de Europa.
En ese contexto, Ana Frank recibió en su décimo
tercer cumpleaños un diario que a la postre se convertiría en uno de los
documentos recopilados más importantes, ya que este nos permitiría tener un
testimonio de la realidad tan difícil que llevaba la comunidad judía, que, en ese
momento, era perseguida por la Gestapo.
Ana comenzaría a escribir con inocencia en su diario el día a día de su
tranquila vida en el colegio, no obstante, en poco tiempo esta daría un giro
totalmente distinto, al verse su familia obligada a huir, abandonando su hogar para
esconderse en un anexo dentro de las oficinas donde trabajaba su padre.
Al leer las notas de Ana, encontraremos pasajes
donde se relatará la clandestinidad en que ella, su familia y otras cuatro
personas vivían a partir de haber llegado al anexo, notando cómo habitaban con
miedo cada segundo por el temor de ser descubiertos y enviados a los campos de
concentración. Es por ello, que Ana expresa lo sombrío que llegaban a ser sus
días después de mucho tiempo de encierro, donde prácticamente las paredes del
anexo se tornarían en su único mundo, pasando aproximadamente así dos años.
Es así, que leer ‘El Diario de Ana Frank’ es
conocer los sueños de una niña que deseaba ser escritora, sus inquietudes,
preocupaciones y curiosidades, subsistiendo a través de una limitada
alimentación. Ana también describe la relación con su familia y las demás
personas recluidas en el anexo, donde había días buenos y otros muy malos, en
los que la monotonía mermaba cada vez más la convivencia, ocasionando
conflictos que oscurecían un ambiente de por sí ya desolador.
De esta forma conocemos desde las palabras de Ana
la realidad de los ocupantes del anexo, ubicando memorias que comprenden sucesos
de 1942 hasta 1944, justo antes de ser descubiertos y enviados a los campos de
concentración. Es por ello, que ‘El Diario de Ana Frank’ se trata de una
lectura compleja y dolorosa, sobre todo, al entender los sueños que Ana ya no
pudo cumplir, así como la vida que deseaba recuperar y, sin embargo, ya no pudo
alcanzar, pues lamentablemente, la historia tuvo un trágico final.
De este modo queda un testimonio para la humanidad,
que nos permite reflexionar sobre este fatídico evento que figura tristemente
en los anales de la historia. En este tenor, sólo podemos aprender de nuestro
pasado, buscando no volver a repetirlo.
¿Quieres conocer más?
The diary of anne frank hits SO HARD it hurts. She was such a intelligent well written little girl
ResponderBorrarIf you have time, feel free to check out my blog as well <3 https://paperwitches.blogspot.com
Totally! It's a painful story. We should read it at least once in a lifetime.
BorrarI already follow your blog. Thanks for your view!
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