Stephen King es sin duda uno de los escritores más
importantes en lo que respecta a terror, misterio y ciencia ficción, siendo en
la actualidad uno de los mayores representantes para dichos géneros. Esto, gracias
a innumerables ejemplares de su autoría que hoy en día han sido adaptados al
cine y a la televisión con gran éxito, provocando un crecimiento en el número
de fanáticos que siguen de cerca su trabajo.
De esta forma, Stephen King se ha convertido con
el tiempo en uno de los autores imprescindibles para un importante sector entre
la comunidad lectora, quienes encuentran sus publicaciones como la garantía
absoluta de una buena lectura.
Dentro de sus obras más conocidas surgen títulos
como: “It (Eso)”, “El Resplandor”, “Cementerio de Animales”,
“Carrie” y por supuesto, ‘22/11/63’, entre muchas otras de igual o mayor
popularidad.
Para el caso de ‘22/11/63’, tenía altas expectativas
mucho antes de conseguir el libro. Había leído con anterioridad algunos
escritos de Stephen King que me hicieron quedar gratamente sorprendido de su pluma,
sin embargo, con total seguridad puedo expresar que ‘22/11/63’ es el ejemplar
que me hizo seguidor del autor, convirtiéndolo en uno de mis favoritos, así
como al propio libro en uno de los predilectos dentro de mi estantería, siendo
ahora una de las principales opciones cuando de recomendar una novela se trata.
La historia de ‘22/11/63’ transcurre desde la perspectiva
de Jake Epping, un modesto profesor de inglés en un instituto de Maine, quien también
recibe ingresos extras al dar clases nocturnas a adultos, rutina que emplea con
bastante normalidad hasta que un día lo cambia todo. Una ocasión, solicita a
sus alumnos que escriban sobre algún acontecimiento que les haya cambiado la
vida, y para su sorpresa, uno de ellos, Harry Dunning, describe el día en que
su padre asesinó a su madre y a sus hermanos, cuando era apenas un niño. Situación
que ocasionará un sentimiento profundo en Jake de estremecimiento que a la
postre será importante y decisivo.
Sumado a lo anterior, Al Templeton, el propietario
de un negocio de comida local le descubre a Jake un secreto que cambiará todo en
lo que creía, ya que le explica que en la bodega de su restaurante existe un
portal oculto que permite viajar al pasado, con la salvedad de que el viaje
sólo puede realizarse a una fecha y hora en particular: el día 9 de septiembre
de 1958 a las 11:58 horas exactamente. Siempre a esa fecha y horario, sin
importar los viajes que se efectúen. Al principio, Jake afronta las palabras de
Al con bastante incredulidad, pero finalmente, es persuadido ante los relatos
de este sobre los viajes que ha realizado con anterioridad y en particular, de la
misión que se fijó a sí mismo y había buscado cumplir sin haber conseguido los
resultados esperados, y que ahora, por su edad, es prácticamente imposible que pueda
concluir, es decir: evitar el asesinato de John F. Kennedy, un acontecimiento
histórico de gran relevancia para los Estados Unidos.
Persuadido por Al Templeton, Jake se convencerá de
viajar al pasado para culminar la misión de Al, impidiendo el asesinato de
Kennedy, lo que de conseguirse según Al, provocaría que la historia tome un
curso totalmente distinto al entonces conocido. No obstante, viajar al pasado representará
para Jake un gran sacrificio, puesto que, de usar el portal al pasado, estaría
llegando al año de 1958, teniendo que esperar cinco años hasta el año del
atentado contra Kennedy, misma cantidad de años que Jake estaría perdiendo de
su vida actual y que jamás va a recuperar.
Es bajo ese contexto que es planteada la premisa a
través de la cual la novela ve su desarrollo, revelando a Jake quien finalmente
viaja al pasado para vivir en él, haciendo uso de una identidad falsa, mientras
espera el momento propicio para actuar y evitar la muerte de Kennedy. Pese a ello,
salvar al presidente no es el único hilo que sigue la lectura, que aunque es el
principal, Stephen King enriquece la obra con una subtrama que detalla los días
de Jake junto a su interés romántico en la que es su nueva vida, aspecto que más
allá de parecer relleno o complemento, son capítulos que en mi caso, aparecen
como algunos de los instantes que más disfruté y que terminan por consolidar
una historia perfecta.
De este modo, podremos descubrir cada uno de los escenarios
y momentos que Jake debe superar, a partir de una impecable descripción desde
la primera hasta la última página. Todo, con el excelente equilibrio entre hechos
históricos y ciencia ficción, dando como resultado una joya impregnada por la
temática de “viajes en el tiempo”, pero en este caso, enfatizando sobre la
resistencia que demuestra tener el pasado a ser cambiado, valiéndose de diversos
obstáculos sin ninguna explicación lógica, salvo el hecho de que una fuerza
superior busque evitar que se altere el curso de la historia, de lo ya escrito.
En conclusión, ‘22/11/63’ demuestra el indudable talento que posee Stephen King para escribir, exponiendo una narrativa que no se limita a viajes en el tiempo, sino que ahonda en mucho más con suma brillantez, desde el elemento histórico hasta el ficticio, regalándonos de por medio a personajes que podremos recordar por mucho tiempo después de haber leído un libro que estoy seguro de que podrá convertirse en uno de los favoritos de cualquier lector, como pasó conmigo.
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