Élmer Mendoza es un escritor mexicano nacido en la
ciudad de Culiacán, Sinaloa, hoy conocido por ser uno de los máximos exponentes
de la novela negra mexicana. Su estilo es bastante peculiar, ya que generalmente
hace del narcotráfico la temática principal de muchas de sus obras. Por esta
razón, es considerado como el padre de la denominada “narcoliteratura”, una
corriente que destaca por seguir una trama ligada al mundo del narcotráfico, describiendo
de forma paralela algunos de los aspectos más oscuros del México contemporáneo,
resaltando las repercusiones dentro de los ámbitos político y social que ello
conlleva.
Además de su trayectoria en el medio literario, ha
fungido como catedrático en la Universidad Autónoma de Sinaloa, participando adicionalmente
en diversas conferencias que tienen por objeto promover la lectura, llegando incluso
a coordinar talleres de lectura infantil, por lo que resulta evidente el
trabajo e impacto de Élmer para la literatura en México.
De sus escritos más relevantes podemos resaltar
títulos como: “El Amante de Janis Joplin”, “Efecto Tequila”, “Balas
de Plata”, “La Prueba del Ácido” y ‘Besar al Detective’, entre
muchos otros.
En el caso particular de ‘Besar al Detective’, puedo
decir que es el ejemplar por medio del cual conocí la pluma de Élmer Mendoza,
entendiendo inmediatamente el por qué se le reconoce como el maestro de la
novela negra mexicana, siendo un género que desarrolla con gran talento y
naturalidad, demostrando a su vez la capacidad que posee para crear una
narrativa en la que el narcotráfico aparece como uno de los agentes fundamentales,
observando así personajes que directa o indirectamente se ven relacionados a dicho
entorno.
De lo anterior, es precisamente la narrativa que
emplea el autor lo que más disfruté del libro, ya que es una historia con un
argumento interesante y ágil de principio a final, en el que el lector podrá
sentir una atmósfera de tensión y desconcierto en varios lapsos, manteniéndose absorto
en una lectura que por su naturaleza bien puede clasificarse en el género
policiaco. Curiosamente, ‘Besar al Detective’ no es el tipo de novelas que más acostumbro
a leer, sin embargo, la brillante manera en que está escrita logra atrapar a
cualquier tipo de lector desde el primer instante, siendo un aspecto atractivo
la verosimilitud de los hechos que son descritos y la relación que podemos
encontrar en el mundo fáctico.
Respecto a la trama, esta transcurre en el estado
de Sinaloa, México, locación que por el contexto es relevante para su desarrollo.
En ella, surgiendo como protagonista la figura de Edgar el “Zurdo” Mendieta, un
detective mexicano que sobresale por tener una personalidad compleja y un tanto
oscura, que poco a poco ha ido desempeñando sus funciones en una línea cada vez
más cercana a las redes del narcotráfico, habituado por ello a echar mano de
contactos y métodos cuestionables, muchas veces poniendo en entredicho la
moral, recordándonos la frase de: “el fin justifica los medios”.
Un día, el Zurdo comenzará a investigar un
homicidio haciendo uso de estas sucias prácticas, motivo por el cual, se verá
ligado de nueva cuenta a Samantha Valdés, una vieja conocida y líder del Cártel
del Pacífico, quien en ese momento se encuentra en el hospital tras haber
sufrido un atentado. Por su rol, podemos entender que Samantha es una persona
poderosa, con grandes y peligrosas influencias. Dado la cercanía que el Zurdo ha
mantenido con ella, y ante la necesidad de pagar un favor que le ayudará en su investigación,
se ve comprometido a cooperar con el Cártel, poniendo su vida y la de su
familia en riesgo a tal grado, que su hijo radicado en Los Ángeles será
secuestrado.
Es de este modo el hilo que sigue la historia, mientras
profundizamos en el pensar del Zurdo Mendieta, sus inquietudes y la posición en
que ha quedado tras alejarse de su familia, no obstante, la parte crucial de la
novela se centra en todas aquellas situaciones en las que se cuestiona si
deberá actuar conforme a la ley y la moral, o si por el contrario, es necesario
traspasar el margen de la legalidad cuando las circunstancias se tornen decisivas.
Finalmente, es importante señalar que la prosa de Élmer
Mendoza es atípica, no por el lenguaje utilizado, sino por el mismo estilo que
ya es característico del escritor. Con todo, una vez comenzada la novela, esta
fluye gratamente y sin contratiempos.
En conclusión, ‘Besar al Detective’ es una lectura
que se puede sentir rápida y coherente, sin forzar o apresurar ninguno de los
momentos clave, lo que facilita en gran medida que el lector permanezca intrigado
hasta el final. Asimismo, el libro al ser tan corto constituye una perfecta y
amena opción para quienes gusten del género policiaco, en este caso, desde una
perspectiva muy propia del autor, de quien indudablemente leería más de sus
obras.
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