Joanne Rowling, mejor conocida como J.K. Rowling,
es una escritora, productora y guionista británica, nacida en 1965, con una trayectoria
ampliamente reconocida en el medio literario, por lo que se ha convertido en
una de las voces más influyentes de los últimos años. En su faceta como autora,
es también popular por las publicaciones que ha realizado bajo el seudónimo de
“Robert Galbraith”, a través de las cuales explora tramas de un carácter menos
juvenil.
El camino de J.K. Rowling y el origen de su obra
maestra resultan fascinantes como un testimonio de resiliencia. Antes de
volverse mundialmente famosa por crear el universo de Harry Potter, buscó ante
varias editoriales la oportunidad de publicar su trabajo, recibiendo múltiples
rechazos, hasta que por fin una de ellas decidió creer en su proyecto y apostar
por él, mismo que a la postre se consolidaría como una de las franquicias más
importantes y rentables del mundo.
Por lo anterior, no sería exagerado afirmar que, hoy
en día, Harry Potter es indudablemente uno de los personajes más célebres y emblemáticos
de la literatura y de la cultura popular. Tanto sus libros como las adaptaciones
al cine han acompañado a innumerables generaciones que, por primera vez,
creyeron en la magia. En mi caso, el primer contacto que tuve fue a partir de las
películas, las cuales me maravillaron desde el inicio y sigo considerándolas
extraordinarias.
Es así que la historia de Harry Potter inicia con ‘Harry
Potter y la Piedra Filosofal’, el primero de los siete libros que componen la
saga, cuya publicación vería lugar en 1997. Más allá de recalcar la trascendencia
de este ejemplar a lo largo del tiempo, fue gracias a este que muchas personas comenzaron
en la lectura.
De esta forma, J.K. Rowling con ‘Harry Potter y la
Piedra Filosofal’, nos introduce en un mundo lleno de magia y aventuras, protagonizado
por el pequeño Harry Potter.
Desde las primeras páginas, podremos percatarnos
de la aparición de personajes como Dumbledore, la profesora McGonagall y
Hagrid, quienes serán vitales en la vida de Harry, así como en el desarrollo de
la historia. Mediante ellos, descubriremos que Harry Potter es un niño que
quedó huérfano tras perder a sus padres siendo solo un bebé. Al no tener más
familia viva en el mundo mágico, es dejado al cuidado de sus tíos Vernon y Petunia
Dursley, para crecer en un entorno ordinario y ajeno a los peligros. De los
Dursley entendemos rápidamente que son una familia de “muggles”, término que
los magos utilizan para referirse a quienes no poseen habilidades mágicas.
Varios años después, encontraremos que Harry no es
feliz al cuidado de sus tíos, sobre todo a causa del comportamiento de su
malcriado primo, Dudley. Los Dursley son descritos como una familia de personas
desagradables, maleducadas y que maltratan a Harry, siendo la constante que ha
soportado por diez años.
Posteriormente, el día del cumpleaños del berrinchudo
Dudley, todos van de visita al zoológico, siendo un momento trascendental para
la trama, ya que ese instante, sería en el que Harry se percata de la
existencia de sus capacidades y del efecto inexplicable que sus emociones pueden
provocar en su entorno.
De este modo, transcurren varios días hasta que
llega a casa de los Dursley una carta dirigida a Harry, quien, castigado por su
tío, no pudo leerla. Su tío Vernon trastornado por las innumerables cartas que seguirían
llegando y acosando su morada, decide llevar a su familia a un lugar lejano en
el que no pudieran ser localizados. Es por ello, que Hagrid acude a buscar
personalmente a Harry, quien en ese entonces cumplía once años. Así, Hagrid
será la persona encargada de informarle que ha sido aceptado para estudiar en
Hogwarts, una escuela de magia y hechicería, por lo que Harry descubre que es
un mago.
Por consiguiente, la vida del protagonista
cambiará radicalmente, abriéndosele un mundo que, a sus ojos, se presenta como
uno totalmente nuevo y lleno de posibilidades. Sobre todo, cuando ingresa a
Hogwarts, lugar en el que finalmente se sentiría feliz y libre. Además, es allí
donde conocerá a Ron Weasley y a Hermione Granger, quienes, junto a él,
formarían una icónica amistad.
De esta manera, pasarán los días de Harry en
Hogwarts, mientras aprende sobre la magia y el uso de sus habilidades,
enterándose de que el motivo de su fama en dicho mundo es debido a que es el
niño que sobrevivió al ataque de Lord Voldemort, uno de los magos más
tenebrosos, el villano de esta saga y el culpable del asesinato de sus padres, el
mismo día en que él sólo pudo ser herido con una distintiva cicatriz en la frente.
En resumen, es en esta entrega de la saga que se despliega
la introducción al universo mágico, describiendo el año del ingreso de Harry a
Hogwarts y el principio de importantes vínculos con amigos y profesores, así
como la llegada de personajes antagonistas como Draco Malfoy y, en particular, el
regreso de un debilitado Lord Voldemort tras varios años de ausencia.
Finalmente, puedo decir que ‘Harry Potter y la
Piedra Filosofal’ más allá de ser un libro muy significativo y especial para
mí, es una obra perfecta y tan bien escrita que resulta ideal para cualquier
edad y para formarse el hábito de la lectura, partiendo de uno de los libros
más relevantes de la literatura.
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