Me Alegro de que mi Madre Haya Muerto - Jennette McCurdy

'Me Alegro de que mi Madre Haya Muerto': la dolorosa verdad detrás de la fama como estrella infantil

¿Por qué leer este libro?

Jennette McCurdy es una de las actrices más destacadas de la televisión infantil/juvenil, sobre todo, por su participación en programas como iCarly y Sam & Cat, dos de las series más exitosas de Nickelodeon, es decir, uno de los canales más importantes y relevantes de Estados Unidos.

Por esta razón, conocer a través de su pluma, no solo una faceta de su carrera, sino una parte de su vida hasta antes desconocida era el pretexto perfecto para acercarme a su voz y, con ello, a un testimonio de violencia familiar y de la descomposición que permea la industria del entretenimiento. Por eso, ‘Me Alegro de que mi Madre Haya Muerto’, era un libro que esperaba leer desde hace varios meses.

 

Sobre la autora

Jennette Michelle Faye McCurdy, mejor conocida como Jennette McCurdy, es una escritora, cineasta y exactriz estadounidense, nacida el 26 de junio de 1992, famosa por su aparición en diversas series y películas, particularmente por su papel de Sam Puckett, que la convirtió en uno de los rostros más habituales de Nickelodeon, protagonizando programas junto a actrices como Miranda Cosgrove y Ariana Grande.

Sobre su trayectoria en la actuación y su paso por la música, podemos resaltar que Jennette es una mujer que durante muchos años fue forzada a perseguir sueños que no le pertenecían, en una relación abusiva que mantuvo con su madre, Debra McCurdy.

Lo anterior fue un cúmulo de experiencias que por mucho tiempo influirían negativamente en su salud y en sus hábitos alimenticios, sirviendo como punto de partida para la publicación de su primer libro y texto autobiográfico: ‘Me Alegro de que mi Madre Haya Muerto’.

Hoy, además de escribir, desarrolla su carrera como guionista y directora.

 

Análisis narrativo y temático

Publicada en 2023, ‘Me Alegro de que mi Madre Haya Muerto’ es una autobiografía profunda que describe una infancia y juventud complicada por parte de la autora. En este ejemplar, encontramos el grito de una persona que necesitaba sentir libertad, después de haber vivido años de abuso por parte de la persona que debía cuidarla y protegerla: su madre.

La obra relata la vida de Jennette desde su infancia, creciendo en una familia pobre y apegada a la religión mormona, que sin saberlo, tenía como centro de atención a su madre, una mujer manipuladora y autoritaria que se valía del cáncer como una herramienta para influir en los demás e imponer su voluntad.

De esta manera, rápidamente identificamos que Jennette maduró sin haber vivido una infancia normal: inició a una edad temprana en la actuación sin ser una profesión que disfrutara, asumió un significativo rol en la economía de su familia siendo el sostén principal, aprendió de su madre a mantener una restricción calórica y a creer que la anorexia era positiva, con el objeto de evitar crecer y desarrollarse con normalidad y así, extender la oportunidad de obtener papeles infantiles por más tiempo.

Cada página nos lleva a descubrir a una niña que en apariencia tenía todo lo que muchos habrían soñado, pero en realidad, se trataba de una pequeña que tuvo que cargar con las consecuencias del daño que su madre le causó. Una madre capaz de provocar anorexia y bulimia en su hija, con el afán de controlar hasta el más mínimo detalle de su existencia, como la simple decisión de escoger el sabor de un helado.

Por otro lado, además de la figura abusiva que encontró en su madre, Jennette narra su paso por Nickelodeon, los sacrificios que ser actriz le demandaban y, concretamente, su experiencia trabajando con el Creador, seudónimo que ocupa para referirse a uno de los directores más polémicos de Hollywood: Dan Schneider.

Todo ello, confirmando que la familia no es siempre el lugar o el círculo más seguro para toda persona y que la industria del entretenimiento, algunas veces, llega a ser todo lo contrario al lugar ideal o soñado que un gran número de personas pudieran creer, ya que, siendo ajenos al medio, apenas podríamos percatarnos del infierno que se llega a vivir en un set de grabación.

Entonces, el testimonio de Jennette no es solo el de una estrella infantil que perdió y sufrió en un mundo de aparente glamour, sino el de una mujer que vivió por años una vida que no le pertenecía, que protagonizaba programas que le aborrecían y avergonzaban, y que, por un periodo considerable, creyó que su felicidad radicaba en complacer a su madre y vivir la vida que ella no pudo tener.

 

Mi experiencia con la lectura

La historia de Jennette me impactó más de lo que esperaba. Aunque perfectamente escrita y con toques cómicos, las vivencias que detalla son profundamente dolorosas, al punto de que cualquiera que haya soportado este tipo de violencia podría sentirse reflejado.

Sus memorias son un golpe de realidad que nos lleva a entender que, a veces, la violencia no es equivalente a agresiones físicas, sino que puede manifestarse mediante manipulación, chantajes y control, que en varios escenarios pueden ser una fuente bastante real de violencia e incluso peor que los golpes, dejando heridas mucho más severas.

No suelo citar frases en las reseñas que publico, pero una de las que con mayor fidelidad reflejan la relación de Jennette con su madre es cuando menciona sobre ella: “…su felicidad se da a costa de la mía. Me siento atracada y explotada…”. Pese a ser una oración bastante corta, el significado detrás es brutal y trágicamente real.

Personalmente, fueron varias las ocasiones que vi a Jennette en la televisión y por eso ansiaba leer cómo describiría momentos de su paso por iCarly y Malcolm el de en medio. Sus personajes generalmente transmitían una esencia carismática, alegre y valiente, por lo que difícilmente habría imaginado todo lo que realmente atravesó.

Por esta razón, no pude evitar recordar mi lectura de El Verano en que mi Madre Tuvo los Ojos Verdes”, novela que, en un enfoque similar, retrata una relación madre-hijo desgastada con el tiempo y las marcas que se puede ocasionar en los hijos.

 

¿Lo recomiendo?

Es bastante complejo recomendar o no una autobiografía; sin embargo, si puedo concluir señalando que ‘Me Alegro de que mi Madre Haya Muerto’ es desgarrador en todo aspecto. Aun en su proceso de sanación y recuperación, Jennette descubrió que su madre no fue la mujer que creyó y que su vida estaba basada en una serie de crueles mentiras.

Se esté o no familiarizado con la carrera de Jennette, ‘Me Alegro de que mi Madre Haya Muerto’ es una historia de resiliencia y superación sumamente valiosa e inspiradora. Uno de los instantes más difíciles en la vida de cualquier persona es aprender que la persona que más quieres e idealizas es también la persona que más te daña.

Finalmente, queda claro que el libro no solo desnuda a Jennette y revela situaciones delicadas, sino que invita a reflexionar, como un ejercicio de introspección, sobre la gravedad de crecer bajo la sombra del abuso en las relaciones familiares.

 

Gracias por leerme. Si ya conoces esta obra o te gustaría leerla, te leo en los comentarios. 

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